• Inicio
  • Blog
  • Desorganización silenciosa: cuando todo parece en orden… pero no lo está
Desorganización silenciosa: cuando todo parece en orden… pero no lo está

Desorganización silenciosa: cuando todo parece en orden… pero no lo está

A veces, aunque todo luzca limpio y ordenado, por dentro no te sentís en calma. Eso es la desorganización silenciosa: no se ve, pero se siente. Puede estar en espacios que ya no te representan o en rutinas que repetís sin sentido.

Desorganización silenciosa: cuando todo parece en orden… pero no lo está

Hay momentos en los que todo “parece estar bien”. Los cajones están cerrados, la casa está limpia, la agenda está completa… pero vos, por dentro, no te sentís en calma.

Eso es la desorganización silenciosa: no grita, pero se siente.
No siempre se ve en el desorden físico. A veces se esconde detrás de lo que “funciona” pero ya no te representa.

Tal vez ese espacio que tanto limpiaste ya no refleja tu etapa actual.
Tal vez esa rutina que armaste dejó de tener sentido, pero seguís repitiéndola en automático.
Tal vez no hay papeles desordenados, pero sí muchas cosas no resueltas.

Y todo eso también es desorganización.

Ordenar no es solo poner cosas en su lugar. Es preguntarte si ese lugar sigue siendo para vos.
Y para eso, necesitás conectar con tus emociones, con tus tiempos, con tus prioridades de hoy.

No se trata de cambiar todo. Se trata de revisar lo que ya no te representa, aunque esté “en orden”.

Porque el verdadero orden no es perfecto. Es sincero.
Y cuando lo que ves afuera acompaña lo que necesitás adentro, ahí empieza el bienestar.

Si esto que leíste te resonó…
Si sentís que hay algo que no termina de encajar aunque todo “se vea bien”…
Quizás es momento de hacer una pausa, mirar con nuevos ojos y animarte a reordenar.

No necesitás hacerlo sola.
Estoy acá para acompañarte. Cuando estés lista, escribime.


Vivi Papa – VP Organizadora Profesional®


A veces, aunque todo luzca limpio y ordenado, por dentro no te sentís en calma. Eso es la desorganización silenciosa: no se ve, pero se siente. Puede estar en espacios que ya no te representan o en rutinas que repetís sin sentido.

Te puede interesar
Cerrar X