¿Te suenan frases como “mañana empiezo”, “no tengo tiempo”, “algún día lo voy a usar”?No estás sola. Estas excusas son más comunes de lo que creés… y muchas veces esconden miedo, duda o simple agotamiento.
Hoy quiero mostrarte que no sos floja, ni desordenada, ni desorganizada. Solo estás creyendo ideas que ya no te ayudan. Acá van 5 excusas típicas… y cómo transformarlas.
1. “No tengo tiempo”
La reina de todas las excusas. Pero ordenar no significa dedicarle un fin de semana entero a tu casa. Podés empezar con 10 minutos, una sola categoría, un solo cajón. Ordenar también se hace a pequeños pasos.
2. “Después lo voy a necesitar”
Ese “por las dudas” es un gran ladrón de espacio.Si no lo usaste en un año, si ni recordabas que lo tenías, si te da culpa tirarlo pero no lo disfrutás… no lo necesitás. Liberar espacio es confiar en que vas a tener lo que necesites, cuando lo necesites.
3. “No sé por dónde empezar”
Perfecto, eso ya es un punto de partida: no sabés por dónde. Mi sugerencia: empezá por algo chico, fácil, sin carga emocional. Un cajón, una cartera, una mesa. Cuando empezás, el resto empieza a ordenarse solo.
4. “No quiero tirar cosas que me regalaron”
El objeto no es el amor. Agradecé el gesto, honrá ese vínculo… y liberá lo que no usás ni querés. Desapegar no es olvidar: es elegir desde el presente.
5. “Me da culpa deshacerme de esto”
La culpa aparece cuando sentimos que tirar algo es desperdiciar. Pero lo que ya no tiene uso en tu vida, ocupa un lugar que podría estar libre. Ordenar es un acto de merecimiento: merecés un espacio liviano, cómodo, tuyo.
¿Te gustaría empezar a ordenar pero necesitás una guía clara, sin juicio ni presión? Mi consulta Claridad en Acción puede ayudarte a dar ese primer paso. Con calma. Con intención. Con vos en el centro.
